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Bestias por Jesús Lens

Sí, cabrón, sí. Vas a sufrir. Ya te digo si vas a sufrir. Vas a tener una muerte lenta y dolorosa. Justo la muerte que te mereces, ¿no crees? No. No me mires con esos ojos de cordero degollado. ¿Sabes lo que me has costado, hijo de puta? No. Tú que coño vas a saber. A ti te la suda. Pues hasta aquí has llegado. Ya no vas a tener oportunidad de resarcirte ni de demostrar esas grandes virtudes y aptitudes que, según todos, se te veían a la legua. Hijo de perra, jodido mil leches de mierda…

 

¿Sabes lo que pagué por ti? ¿Sabes lo que me costó arreglarte los papeles y que aquél cortijero de Soria no te reclamase como suyo? Y lo que, después, he invertido en ti. Cómo te he cuidado, cómo te he dado las mejores comidas, los medicamentos más potentes… cabrón desagradecido. Y total, ¿para qué?

 

Para acabar ahorcado, colgado de la rama de un árbol, como tantos otros galgos fracasados que nunca han entendido para qué les dispensamos lo mejores mimos y entrenamientos… Llegar antes que llegar después, llegar el primero que llegar el último, os la trae floja, ¿verdad? Chuchos de mierda.

 

6 comentarios

SGCI. -

Anda que no hay gentuza así, que el otro día lo vi en la tele. (Por cierto, eres un palabrotero, ja,ja,ja,ja...)

Nefer -

Bueno, ya lo he dicho en el blog, pero tb lo digo aquí, un relato duro y muy actual, yo no veo el paralelismo amoroso por ninguna parte la verdad.

Alguien sabe cuando publicarán mi relato?

Besillos

JOSE ANTONIO -

Un excelente relato que deja con el culo al aíre a la cantidad de cabrones cazadores que ahorcan a esos nobles galgos cuando creen que ya no les son útiles. Muy bien, Alter.

Rigoletto -

Pues no lo veo de amor, lo veo simplemente agobiante. Y de nuevo la reflexión: ¿cómo se puede hacer daño a un animal? Lo paso mal cada vez que recuerdo a mi Curra, una gatilla que apareció en nuenstras vidas y ha estado con nosotros trece años y murió. Y la sentimos en casa como si fuera un familiar. No entiendo la crueldad gratuita.
Buen finde.
Rigoletto

Gregorio Toribio -

Son muchos los que así piensan, creyendo que por ser animales tienen el derecho a quitarles la vida. Ésos sí que son verdaderos animales. Genial

Bartolomé -

Es una historia de amor, cómo habrás sufrido, ¡Jesús!