¿THRILLERS HISTÓRICOS? por María Elena Briseño
¿Thrillers históricos?
La utopía pervertida.
Para los personajes del último libro de Leonardo Padura, El hombre que amaba a los perros, la utopía comunista se trastocó en la “utopía pervertida”. Una de las numerosísimas historias que podrían mostrar esa perversión, es el tema de esta novela, el largo y oscuro complot para asesinar a Trotsky.
Narrada desde un presente muy cercano y con una postura mucho más desencantada que crítica, Padura reconstruye las historias personales de Iván, el narrador, cubano, que escribe un libro que nunca publica y que conocemos gracias a su amigo Daniel; la del asesino, Ramón Mercader del Río, alias Jacques Monreal, alias Fran Jacson, alias Ramón Pavlovich López, alias Jaime López; y la historia de la víctima, Liev Davídovich, alias León Trotsky. En 573 páginas, Padura integra, magistralmente, cada historia en sus propios contextos históricos: la Cuba de Castro, la Guerra Civil Española, la Rusia de Stalin y la Rusia de los sesenta y el México de Lázaro Cárdenas.
Sólo alguien educado en la utopía del comunismo puede, sin artificios, darle voz al Ramón joven idealista, al Ramón cínico y al Ramón amargado y entender los contrastantes contextos para estructurar su novela: las conspiraciones preliminares al crimen, iniciadas en los últimos años caóticos de la Guerra Civil española, las noticias del terrible genocidio estalinista, la vida en Moscú en los años sesenta, y los efectos devastadores de una Cuba secuestrada. Con excesivo detalle, Padura rehace el exilio de Trotsky acompañado de su esposa Natalia, de secretarios y secretarias, guardaespaldas y perros, pero sobre todo, denuncia la lista interminable y cada vez más escalofriante, de los crímenes de Stalin. Recrea, sin el romanticismo que lo ha caracterizado, el México de Diego Rivera y Frida Kahlo de los años treinta y hace el más desolador retrato del derrumbe moral y físico de Cuba.
No es gratuito ni que Iván haya estado leyendo el cuento de Chandler que da nombre a esta novela, en una playa de La Habana en 1977, cuando tuvo su primer encuentro con Jaime López, ni que este acontecimiento aparezca al inicio del libro. Porque Padura sabe, muy bien, cómo presentar las piezas del rompecabezas que permite, a los lectores de thrillers, participar activamente en el desarrollo del muy largo complot.
Padura Leonardo. El hombre que amaba a los perros. México: Tusquets Editores. 2009. 573 págs.
Ma. Elena Briseño