CUADRANTE LAS PLANAS Por José Ramón Gómez Cabezas
Todo en Idókiliz Gandiaga es confuso y onírico, sus raíces entre gallegas y vascas, la huida heroica que le ha llevado a ese paraje tan extraño y aislado como es Las Planas, su prisión paranoica compartida y que le sirve a veces como mecanismo de defensa o por lo menos para justificar ciertos actos ambiguamente violentos. Y es que efectivamente, la ultima novela de Willy Uribe publicada en Tusquets, se convierte en un aparente viaje por la irracionalidad de los miedos, temores y sin sentidos que pueblan nuestra un paraje tan desangelador como nuestra inconsciencia.
Pero además, este bilbaíno aficionado al surf y a la fotografía, desarrolla en Cuadrante las planas, ese estilo narrativo en primera persona que tan gratamente sorprendiera en su primera novela Sé que mi padre decía, ganadora del prestigioso Silverio Cañada de la Semana negra de Gijón.
La trama es como uno de esos sueños que nos despiertan de madrugada y que si alguien nos pregunta no sabríamos explicar. Tumbas mayas, mafias latinoamericanas, perros devora hombres, relaciones imposibles, pistas de indescifrables enigmas, fanatismo infundado como todos los fanatismos lógicamente, cuadrante las planas tiene uno pilares argumentales increíblemente atractivos, pero no esperen la coherencia habitual desde de sus novelas en el relato, no al menos hasta las últimas páginas del libro donde el camino se hace mas ligero, la carga emocional queda atrás y el hábil pincel de Uribe va dando luz a unas brumas que desde el final vislumbraremos con perspectiva.
En definitiva una apuesta atractiva y original como pocas, de difícil clasificación, pero eso en estos tiempos que corren de betsellers nórdicos resulta toda una garantía.
CUADRANTE LAS PLANAS
Willy Uribe
TUSQUETS, 2010.
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