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Entrevista a los escritores, Empar Fernández y Pablo Bonell

Entrevista a los escritores, Empar Fernández y Pablo Bonell

-          Un mal día para morir basa gran parte de su desarrollo en una fecha clave, el 20 de Noviembre de 1975. Aprovechando que estamos hablando con dos licenciados en Historia ¿son ustedes de los que creen que hay pequeños detalles que podrían haber cambiado el curso de la historia o al menos de determinadas historias?

Sí, probablemente algunos detalles, hechos que a menudo pasan desapercibidos, resultan determinantes en contextos específicos. En Un mal día para morir un hecho esperado y esperable, la muerte de Franco, oculta todo lo demás y el curso de la vida cotidiana queda alterado. La investigación sobre el posible asesinato de un chico, un activista, no llega a arrancar. Una noticia ocupará pantallas y portadas, la muerte del Caudillo, no habrá espacio ni interés por nada más. Algo parecido cuando murió lady Di o el anterior Papa. Sucesos relevantes que fagocitan todo lo demás.

 

 

-          Vuestro detective ha evolucionado tanto en lo personal como profesional desde su primera aparición en Las cosas de la muerte, Escalona es un protagonista atípico con tintes de detective mediterráneo pero mucho mas introvertido, casi un antihéroe,¿Ofrece mas líneas de desarrollo un personaje así o por el contrario se convierte en todo un desafío?

Un detective como Escalona, que no es un hombre de acción, más bien un buen observador, un hombre taciturno que no pierde detalle, no se presta tanto a los episodios de acción arrolladora, pero desde su mirada podemos contemplar, con precisión, la sociedad en la que se mueve, la Barcelona del siglo XXI. Nuestro detective es una conexión perfecta con la realidad, ese ha sido siempre nuestro propósito, construir un policía sometido a un procedimiento policial, a las circunstancias de un barrio en acelerada transformación y gran amante y mejor conocedor de las calles de la ciudad.

 

-          Igual que a Escalona se le toma cariño desde el principio existen otros personajes dentro de la novela a los que la pluma de los autores los ha vestido con cierto recelo, como por ejemplo la periodista Helena Moon o la editora  Natalia López  ¿El contexto real les ha ayudado a inspirarse o es pura habilidad narrativa?

Sí, desde luego. La relación entre los medios de comunicación y la policía es a menudo fuente de conflicto. Escalona detesta a los periodistas porque a menudo interfieren en el curso de una investigación o desvelan detalles que conviene no adelantar.  Es un policía que prefiere no llamar la atención y que huye de cámaras y focos,  ha tenido más de un disgusto con la prensa y por eso le preocupa la discreción. Por otra parte Escalona procede de una familia muy humilde y en sus encuentros con directivos, empresarios…la distancia social es un hecho que no escapa ni a su mirada ni a su intuición.

 

-          Me imagino que es una pregunta reincidente en sus entrevistas pero cual es la forma de trabajo habitual entre los dos y otra enlazada ¿porqué género negro, es una forma de desahogo o de compromiso?

Generalmente trazamos juntos dos argumentos paralelos, dos asuntos que nos interesan, tenemos bien presente que un policía raramente tiene un solo caso entre manos. Posteriormente uno de nosotros estructura la historia, establece secuencias y detalles, la desmenuza. Otro la escribe y corregimos el resultado juntos,  línea a línea, palabra por palabra. La novela es el resultado de la colaboración y de la complicidad.

El genero negro, utilizado como nosotros lo hacemos, con la intención de acercarnos tanto como nos es posible a la realidad ( a menudo nos basamos en circunstancias reales) es la mejor manera de dibujar una sociedad, de denunciar su lado más oscuro, sus más tenebrosos manejos. Puede llamársele compromiso.

 

-          Por último nos gustaria pedirles una recomendación a ambos, de un autor clásico y otro mas actual.

Ambos somos grandes admiradores de George Simenon al que podemos considerar un clásico. Es un autor que raramente defrauda.

Es difícil escoger un autor actual, quizás podríamos recomendar la lectura de Philip Kerr.

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